LA CHICA CONEJITA


De: Saara Turunen
Dir: Gabriela Ochoa Lozano

¡Ay, chapapá! Mero te mando otro carta. Ya sabes que yo empiezo a escribir y me voy largo mero como hilo de media. Te cuento de otra obra que fui a ver.
La chica conejita es que es su nombre.
Pues verás que leí eso mero de la chica conejita y me dije: yo voy. Mero es que debía estar ahí. Ya me veía posando para chica conejita como sirena, acostada desnuda en la playa. Digo, la única vez que estuve acostada desnuda en la arena fue cuando me revolcó la ola. Pues muy que voy. Y como la obra es en ese Centro Cultural de Bosque, que me voy con tiempo que luego hay mucho tráfico o el metro va muy lleno y a esa hora te meten mano.
Llegué con tiempo  y me enteré que la obra es de una escritora de ese mero allá Finlandia que se llama Saara Turunen su nombre. No, nana, no se me fue una letra, así se llama: Saara. Ya ves esos sus nombres de esa gente del otro lado. Feo hacen. Bueno, pues que resulta que la obra mero está presentada por el Instituto Nacional de Bellas Artes a través de la Coordinación Nacional de Teatro dentro del Ciclo de Teatro Europeo primera edición.  Y yo que no vine con traje de gala, nomás me puse huipil de cadenilla... de saber que era algo tan grande, más me arreglo.  Pero no supe, nana vida. Nomás fui al baño a retocarme la trenza. Y bueno, la dirección está a cargo de un muchacha que se llama Gabriela Ochoa Lozano que es actriz y directora, ha sido becaria del FONCA y participado mero en festivales de por acá y de por allá. Otra vez arrepentí de nomás traer mi huipil de cadenilla.
Y que entramos a la sala que El Granero se llama. Chistoso su sala porque no es frontal sino que tiene sillas a un lado y al otro. Pues muy que tomo mi lugar para disfrutar de la obra. Y no, madre. Que me agarra el mareo. ¡Ay, nana vida! ¡Quintuchi María! Feo su modo, loco su cabeza. Colgaron unas varillas atrás del escenario a todo lo largo. Mareo agarró mi cabeza. Peor que cuando el Cenobio lleva la lancha. Vértigo me dio. Ya me iba a salir a tomar aire pero en eso que cierran porque la obra iba a empezar. Ora ya me jodí, me dije. Acá va a estar mi desgracia. Y en lo que me acostumbraba, nomás medio abría un ojo, nomás medio abría el otro. Ya con la iluminación y la obra empezada, se me fue la atención de las varillas.
La obra trata de una chica que simpática es, mero me acordé de todas las vestidas del pueblo que quieren ser como las pechugonas de la tele y se sacrifican a sí mismas para ello. Ya vez todas esas locas que andan en el parque: La Jennifer, la Paulina, la Thalía, la Ninel, la Britney… y todas esas, mero de ellas me acordé. Por cierto, dile a la loca de la Christina que regresando le paso lo de la tanda. Bueno, sigo. Pues muy que la muchacha quiere darle gusto a todos y se vuelve un sex symbol. Chistoso está su texto de ese muchacha de Finlandia. Muy loca su cabeza, lo escribió raro pero tiene cosas interesantes. Agradable se me hizo. Porque verás que no habla sólo de la mujer desde el machismo o el feminismo, sino también desde la mujer que castra su propio género. Me estuve acordando harto de las mujeres del pueblo. Las saludaras este domingo en misa.
Es un texto muy femenino y al ser una directora mujer quien lo dirige, yo pensé sería muy bueno por entender bien de lo que habla el texto. Pero, ay, nana. Mero decepción llegó a mi cuerpo. La verdad es que la obra está muy mal dirigida. Hay mucho movimiento a lo pendejo, como dice el Juancho. Los actores se veían muy de "ora tú te vas para allá, y tú para ese otro allá, tú brincas acá y tú te tiras ahí". ¿Por qué? Nomás porque sí. Ni se crea un sistema, ni hay una propuesta. Me enojé con la directora. En lugar de hablar, decir algo, entender el material del texto… se puso a hacerse la contemporánea regando a los actores por el escenario y poniéndolos a hacer cosas “raras y locas”. Y todo sin sentido. Movimiento por movimiento abaratando la obra. Mero bajó coraje mi cara. Y sí, digo, el texto se siente muy contemporáneo por la forma en que está escrito, pero para hacer bien algo contemporáneo hay que entender qué es lo que se quiere hacer, lo que se quiere proponer y lo que se quiere conseguir  y no nomás ponerse a hacer cosas locas. Lo raro lo puede hacer cualquiera, hasta tú, comadre. Y luego que ese texto tiene harta parte narrativa y se puso a ilustrar lo ya narrado. En lugar de entender el contenido se fue por la forma y ahí encontró su fracaso. Feo hacen.
Y su escenografía, igual. Harta cosa que no significaba nada o no se terminaba de construir. Elementos que por momentos se usaban cobrando significado pero que en la mayoría de los casos quedaban como meras ilustraciones. Sus varillas mareadoras al final sirvieron para un carajo y tocaban unas campanitas que mero la risa sacaron de mi boca. Suena más fuerte la campana cuando la toca el Fidencio en la misa. Y ya vez que esa campana es la que quitaron de la corona de navidá. La iluminación sólo apoyó ese mundo, es lo que te puedo decir, no hay más que mencionar. Y el vestuario… todo en la misma gama de colores, interesante de pronto pero sin gran propuesta y algunas cosas se veían mal cosidas. Y ya ves que a mí eso de la costura me lo fijo mucho. Mamá Nata siempre me tuvo muy vigilada al hacer los huipiles, no puedo evitar dejar de ver esos detalles.
La actuación… lo rescatable. ¡Te cuento! ¡A que ni sabes quién sale! Nana, te sentaras que si no te vas a ir de nalgas hacia atrás cuando te diga. Ese muchacho que sale en la película que le gusta a tu hermano. ¡Sí! Esa de los luchadores que se agarran entre ellos. Sí, que se agarran sus partes y se besan sus bocas y se… eso. ¿Ya ubicaste? El werito ése que tiene un ése… ese mero. Emilio Savinni es que es su nombre. ¡Nana! Donde se encuere orita… me dije yo y saqué el celular para filmarlo y presumirle el video a tu hermano. Pero no lo hizo. Lo que sí… es bueno actuando el muchacho, no sólo sabe encuerarse. Buen sabor me dejó en mi boca. Y la chica protagonista, una tal Olivia Lagunas… bien. Yo fui con una comadre a la que no le gustó su trabajo pero la verdad es que a mí me pareció bueno lo que hizo la chaparrita. Otra señora llamada Regina Flores Ribot que me dieron ganas de verla en algo un poco más serio, donde sí se explote bien su talento porque por lo poco que hizo, se ve que es buena. También está una chica llamada Romina Coccio que aunque de pronto se le sale el código postal dejando ver que es de Argentina, en general hace un muy buen trabajo. Renata Wimer y Arnoldo Picazzo completan la planilla. Hacen un buen trabajo también aunque para mí fueron los más bajos.
Vieras qué curioso… de las obras que he visto lo que más se rescata es el trabajo actoral. Eso me da gusto. No es como allá en el pueblo que puro improvisado.
Y pues así. Te concluyo: el texto es interesante, la dirección fallida, buenas actuaciones, escenografía, iluminación y vestuario quedan a lo que la directora propone y los materiales complementarios están a merced del festival.
Si se la quieres recomendar a alguien, te paso las funciones: Del 18 de agosto al 11 de septiembre. Jueves y viernes a las 8 pm, sábados a las 7 pm y domingos a las 6 pm.
Te mando un beso tronador. Mala, le echaras agua a mis plantas.
Atentamente:
Tu comadre “La Teca”.

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