NADA ES PARA SIEMPRE


De: Verónica Bujeiro
Dir: Ginés Cruz

¡Nana, vida! ¡Quintuchi María! Mero es que fui al teatro a ver un obra y mero es que te cuento cómo estuvo. Vieras, nana, nada que ver estos teatros con los de allá del pueblo donde mero llevas tu silla a la cancha para ver el chou que nos llevan de la ciudá. Acá hay chulo edificio con sillas bonitas como esas del cine. Mero dan ganas de entrar con tu plato de garnacha para estar cómodo viendo la obra. Y muy que me baño, que me pongo huipil y muy que me voy al teatro. Fui a ver un ese obra que ora verás, me acuerdo cómo se llama y te digo.
Nada es para siempre, mero es que es su nombre.
La escribió un muchacha que Verónica Bujeiro es que se llama y dicen que es muy buena en eso de escribir porque tuvo beca del FONCA en dos ocasiones , fue becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas (f,l,m,) en eso de la Dramaturgia y además fue alumna de Ximena Escalante. ¡Jesús!, me dije yo, seguro está bueno. Y ésa mero es la escritora. Y el que dirige es un muchacho que se llama Ginés Cruz mero su nombre es que es. Que dicen que empezó siendo actor y ora anda dirigiendo también y se dicen cosas buenas de su trabajo. Pues que me arremango la enagua y ahí voy corriendo a ese teatro que se llama El Milagro. Mero tomé Pegebus y mero que no pasaba. Yo espera y espera, así como cuando mando al Cenobio por la cartona y nada que llega. Y espera y espera al Pegebus y nada que llegaba. Hasta que por fin pasó y ya llegué. Tarde entré pero pude meterme.
Y que me agarra el nervio. Mira ese escenógrafo que tiene niche su ojo porque todo lo hizo chueco, se le fue de lado el plató. Angustia me agarró mi cuerpo que dije: se les van a caer las cosas a los actores. Y sí, muy que se les estuvieron cayendo las cosas en la función y todo porque la escenografía se las hicieron a desnivel. ¿Te acuerdas cuando se salió el río y deslavó el cerro? ¿Cómo quedó la capilla de Nuestra Señora? Mero así es que estaba su escenario. Feo, su modo. Loco su cabeza. Puros problemas daba y no proponía nada. Se agradece que quieran que la gente vea todo, pero que piensen un poco más las cosas, digo yo, que feo queda y sólo nervios provoca. Y eso de la forma del escenario, pero en general, muy buen trabajo escenográfico, no era. Una estufa trepada en un hoyo como el nicho de San José. ¿Quién va a poner una estufa en un nicho? ¡JA! ¡Niche su cabeza! ¡Loco su pensamiento! Ni terminaba de simbolizar nada y sólo rompía con ese convención que dicen se llama. No me gustó la escenografía, ya habrás entendido. No te digo nombre del responsable porque como llegué tarde, ya no me dieron programa de mano. Hacen feo.
Y bueno, que empieza la obra. Eran tres matrimonios que cada uno representaba a un partido político: PRI, PAN y PRD. Y mira que estaba chistoso pero no mucho. Sólo dos veces sacaron carcajada mi boca. Y ya vez que yo río escandaloso. Pero pasa esto, verás: que el chiste se entiende muy rápido y deja de ser chistoso. Ya después de un rato me salía en mi cabeza la pregunta: ¿ajá… y? ¿Ya entendí, qué más? Hace mero alegoría y crítica a los partidos políticos pero sin llegar realmente a algo, quedándose en lo ya conocido, lo ya dicho y termina pecando de ingenuidá y obviedá, nana. Pasando media hora me llegó la certeza de que bien ya podía terminar la obra y todos agusto. Pero seguía. Yo, la verdad, me empecé a arreglar las uñas, luego la trenza, luego a sobarme los brazos… pero es que ya estaba aburrida, mero. De pronto llamaban mi atención de nuevo y ponía atención otra vez, sobre todo donde hablaban más de la relación de los personajes como tales, pero en cuanto entraba el discurso político de nuevo, salía bostezo mi boca y me perdía pensando en otras cosas. Me acordé del ojo de agua, del Juancho, de que no he pagado la tanda, de si cerré bien la casa… Y ya.
¡Ah! No te he contado de los actores. Mero verás que a pesar de lo que te decía antes, me gustó su trabajo. Actúan bonito los muchachos. Sobre todo ese chaparrito que Humberto Busto es su nombre. Hasta ojo le eché encima, así con su bigotito y a lo norteño yo sí me lo llevaba a la casa y le ponía su lancha y su hamaca para que viviera conmigo. Pero es que chulo está su trabajo. También de esa Guadalupe Damián, ¿te acuerdas? ¿Esa que vimos otras veces y no nos gustaba su actuar? Pues ora sí me gustó. Bastante le aplaudí. Y los demás también están muy bien. Hacen bonito su trabajo, se ve que son profesionales. No como las catequistas cuando hacen su pastorela que ya sabes... Lo que más me gustó de la obra fue mero ese la actuación de los muchachos y la iluminación.
Su póster tiene por imagen un molcajete lleno de mexicanidades. Que por una parte ayudan mero entender que es algo muy mexicano lo que dice la obra pero, por otra parte, no termina de cuadrar con el discurso de la obra. Hacen feo.
Y sobre la dirección… qué te cuento… Pues que no. Muy “de escuela”. ¿Te acuerdas lo que decía mamá Nata cuando bordábamos? ¿Que en el buen bordado no se ven las puntadas? Pues acá se les miraban harto. De estas direcciones “jóvenes” donde se les notan las costuras, que todo lo quieren poner de X forma para que esté bien estéticamente y los actores bien distribuidos o compensados en el espacio, pero sin razón alguna más que la estética. Pero para estéticas la que tiene la Vinizaa al lado de la plaza. Ella sí que no te quema el pelo con la plancha. Pero sí, acá en la obra, muy acomodaditos los actores, muy puestos y siguiendo su trazo. Y su trazo quedaba en trazo, sin verdadera necesidad de movimiento escénico. Muy con las costuras de fuera, chapapá. Sin apoyar concepto o propuesta alguna. Y si la tenía, era tan fuerte esta necesidad de pararlos en determinado lugar para que se vean “bien” que ni me di cuenta de la propuesta. Aparte que el texto mismo no ayuda a plantear propuesta alguna.
Y pues así. Que fue mucho correr y esperar el pegebús. Espero ir pronto de nuevo ese teatro El Milagro que dicen presentan cosas buenas. Ya te contaré cómo me va, a ver si ahora sí me cumplen. Te concluyo: Texto ingenuo y obvio, dirección corta, escenografía problema, materiales de apoyo poco complementarios, buena iluminación, buenas actuaciones, precio accesible.
Y ya. Te mantengo al tanto. Te pido les eches de comer a mis pollos que no creo el Cenobio lo haga. Ya ves que se va a la playa y se pierde.

Atentamente:

Tu comadre “La Teca”.

Beso tronador es que te mando.

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