DRAMAOKE


Nana, vida.
¡Comadre! Pasaras contar cómo están las cosas allá en el pueblo. Mira que he estado soñando mucho al Juancho. ¿Está todo bien? Anoche que lo empecé a soñar y mero que me despierto. Se espantó el sueño de mi ojo. Ya no pude dormir. ¿Estará bien? Me pregunté. Y yo me dije que sí a mí misma. SI estuviera algo mal, ya me habría enterado, me dije. Y muy que me quise dormir otra vez pero que se me fue el sueño de mi ojo, te dije. Que prendo la tele. Puro programa de ventas encontré. Que te venden el aparato para adelgazar, que te venden la pastilla para adelgazar, que te venden el jugo para adelgazar, que te venden el teni para adelgazar, que te venden la chancla para adelgazar, que te venden la faja para adelgazar. Puro de adelgazar. Gordo se sintió mi ojo de ver ese cosa. ¡Jum! Que lo apago y que me pongo a bordar. Y entre puntada y puntada recordé que no te conté de un cosa al que fui. No es obra de teatro pero tiene que ver con teatro. Mero te voy contar.
Dramaoke es que fue su nombre.
Fue un algo convocado por Edgar Álvarez, Arnaud Charpentier, Fran Castañeda y la Alianza Francesa de México dentro de un programa que se llama Teatro Cocktail. Teatro, debate & vino. El objetivo era invitar a unos dramaturgos (así mero es que se llama la gente que escribe teatro) para que platicaran mero sobre sus influencias. ¡No, nana! Sus influencias, pues, no de cuando le dio mal del flu a toda la gente que por culpa de los cuches, sus influencias son la gente que determinó algo en ellos. ¿Quiénes fueron sus maestros? ¿Dónde están los temas que los atraen?... Yo esta pregunta mero que me causó sorpresa mi pellejo, ¿les preguntarán eso porque escondieron los temas?, me dije. Mero a lo mejor los van a interrogar con tehuacán, así como hacen los cuicos con los centroamericanos allá en la cantina que está junto a las vías del tren. Más despertó mi curiosidad. Voy, me dije. Y también se hablaría sobre ¿quiénes son sus amigos? ¿Por qué muchos dirigen sus textos, necesidad o soberbia? Me suena a que sí iba a haber tehuacanazo. Que me pongo el traje verde de cadenilla y muy que salgo corriendo.
El debate sería en la Alianza Francesa por el Pegebús La Bombilla. Ya mero y no entro porque en la plazuela de enfrente había baile y muy que me empezó a temblar mi rodilla. Ya vez que yo oigo música y a luego quiero levantarme la enagua. Pero no, me armé de coraje y que entro al Teatro Cocktail. Los dramaturgos invitados fueron Bárbara Colio, Edgar Chías, Alejandro Ricaño, Martín López Brie y Edgar Álvarez. Cada uno de ellos cuenta con un renombre en la escena nacional. Bárbara es una dramaturga – directora con reconocimiento internacional, ha ganado algunos premios no sólo nacionales y es una mujer que sabe autogestionar su trabajo sin necesariamente estar bajo el cobijo del Sistema. Edgar chías ha cobrado revuelo hace algunos años, ha empezado a resonar en la escena internacional, está siendo traducido y representado en otros países. Edgar Álvarez es un director – dramaturgo – promotor cultural con presencia en la escena nacional. Estos tres tienen como punto común haber salido del colectivo Telón de Aquiles. Un grupo de dramaturgos jóvenes (en su tiempo) que salieron como los hongos de las piedras del templo, sin pertenecer a talleres de las vacas sagradas y consagradas o ser el hijo putativo de alguien. De este mismo colectivo salió gente como Verónica Musalem, Noé Morales, Carlos Nohpal, Iván Olivares, Zaría Abreu y otros más. Alejandro Ricaño sería el joven dramaturgo – director – actor de la mesa, cobró reconocimiento a partir de su obra Más pequeños que el Guggenheim además que cuenta con dos premios nacionales de Dramaturgia. Y digo sería porque no llegó, dicen que por algún problema que tuvo, tanto chisme no indagué. Esta vez. Porque ya ves que me gusta. Y Martín López Brie es un vestuarista – dramaturgo – director que ha sido becario del FONCA y cuenta con un par de premios nacionales de Dramaturgia. Engalanada estuvo la mesa. Pura celebridá. La moderadora sería Aurora Cano, actriz - directora – promotora cultural – cantante - conductora. Y digo sería aunque sí fue, fue pero estuvo poco tiempo y a luego se fue. Mero este Aurora Cano es ese muchacha que cantaba ese grupo de Rock femenino que Aurora y la Academia llamaba. Ése que gustaba mucho a la Rafaela y que cantaba mientras sacaba el camarón de la red. Pero te digo, Aurora se fue y tomó su lugar Richard Viqueira, actor – director que ha sido becario del FONCA y cuenta con buen reconocimiento.
Te digo, puro bonito estuvo la mesa, gente reconocida. Bien hice en venir, me dije. Y bien que ora sí me peiné y puse mi traje recién lavado con harto jabón Blanca Nieves.
Pues llegué tarde, eso sí, porque me puse bailar un par de cumbias antes de entrar. Sí, ya sé que dije que no pero la verdad es que sí, sí bailé. Nomás dos, para calmar la comezón a mi cuero. Y pues que como llegué tarde, ya agarré empezada la plática. Y los escuchaba hablar y como que nomás no entendía de qué hablaban. Entre que no entendía exactamente cuál era el punto de la conversación o si es que en verdad había un punto o una conversación y entre que luego a la gente le da por regodearse mucho para dejar en claro que sí ha leído y sí sabe y… y la música que afuera sonaba y me llamaba y mi oreja que se paraba para oír lo que se decía y mi pié que marcaba el ritmo de la cumbia y mi ojo que veía al resto de la gente que comía los canapés y el vino que dieron mientras ponía cara de entender a la perfección lo que se decía… Y yo pensando que soy bien bruta por no terminar de pescar lo que se hablaba y que mejor me iba a bailar la cumbia que sonaba afuera…
Pero en eso empezó a hablar Bárbara Colio y sonrisa salió mi boca. Chulo dice ese mujer. Directa, concreta, sin andar pensando si la van a ver mal o alguien se va a molestar por lo que habla su boca o sin pretender evidenciar que es inteligente por decir dos que tres rimbombadas. Dijo su punto y punto. Pues muy que me interesé y que me quedo. No me fui bailar. Ya a luego los otros empezaron a relajarse y fueron más claros. Pero muy a pesar de todo, nunca terminé de entender de qué fue la plática. Mero como gallina en jardín ajeno, picotearon de todo sin terminar nada.
Hablaron de nuevos espacios, hablaron de si el Sistema esto o lo otro (chistoso eso de hablar del Sistema estando dentro del Sistema), de sus maestros, de qué textos les gustan, de la obra Incendios, del Telón de Aquiles… y así se fueron, brincando de una cosa en otra. Yo dije, igual y ahorita cierran todo eso que están desamarrando, pero no, mero lo dejaron como red de pescador después de Vela.
¿Y por qué Dramaoke? Porque al final pusieron Karaoke de youtube y se pusieron a cantar.
Y ya.
Yo digo, pienso que éste tipo de encuentros deberían seguirse dando. Mero pongo mi cuerpo de pie y aplaudo la idea y a los que la realizaron. Es un espacio de intercambio donde bien se puede reflexionar sobre aspectos que a los dramaturgos compete o no compete. Donde se puede interactuar con ellos y reclamarles o agradecerles o impulsarles sobre lo que hacen o no hacen. Pero creo que debería estar más organizado. No el evento, ése fue bueno, los canapés y el vino estuvieron muy bien. Mero me refiero a organizar bien el contenido de la plática. Es ingenuo pensar que se pueden agotar todos los tópicos posibles, más considerando que había cuatro personas en la mesa y que no necesariamente ven todo de la misma forma (afortunadamente). Estaría bien establecer unos cuantos tópicos y buscar agotarlos en la medida de lo posible, no desde la mirada “aleccionadora”, sino desde una postura reflexiva sobre lo que se está planteando.
Gran problema del teatro mexicano es estar lleno de “chambistas” que van proyecto tras proyecto pero que poco tiempo se toman para reflexionar sobre lo que hacen, criticarse a sí mismos y continuar, retomar o cambiar el camino.
Teatro Cocktail sigue una serie de proyectos sobre el teatro, pero sería bueno que éste tipo de eventos no lo dejaran como eso, un mero evento que pasó una vez y ya no más. O bien, que los dramaturgos se pongan las pilas para establecer sus propios espacios de intercambio y reflexión. Que dejen ver que no sólo saben escribir obras y gestionar becas.
¡Jesús! Risa salió mi boca. Mejor hago como que no dije eso, a luego la gente es muy sensible y se ofende por todo.
Ya me voy, comadre. Manda noticias mi Juancho, para mí que ese muchacho anda en algo malo. Seguro se está drogando porque antes no lo soñaba y ora mero que ando soñándolo. Si ese juntarse con muxes nada bueno le va a dejar, ya le dije. Pero su cabeza, pues, dura está, no le entra razón. Cuesco a ver si le entra.
Llevé huipil que mandaste a una paisana y me dijo que le gustó a una vecina suya. Mandaras más para que se los lleve a ver si los coloco. Dijeras a Fidencia que este mes no va a empezar la tanda, que espere a que Teca vuelva.
Te mando beso tronado y recuerdos para todo el viejerío.

Atentamente:
Tu comadre “La Teca”.

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