¡Nana vida, mujer!
¿Cosa pasa que feo es que hago?
Mero te tengo más abandonada que al santito de la esquina de la iglesia. Ora es
que vengo regresar que mira que ando como el humor de la Zulema, subiendo y
bajando. Ocupado es que ha estado mi cuero que mero trajeron encargo. Ora este
diciembre trabajo es que cayó. Gente floja que no quiere cocinar ella misma y
dice: “es que Teca, sabroso es que te queda tu guiso, manita, que parece que te
lo tientas”. Y ya nomás por eso es que puro quieren que yo les haga sus cenas.
Flojos que son. Pero dinero es que es y nadie me lo va a regalar. Ora creo que
mi nariz sufrió trauma o mi casa sigue oliendo a guajolote. Ya abrí ventanas,
limpié con harto pinol y saqué la estufa a orear con el horno directo al sol
que ora estoy pensando que o se pica o se le quita el olor o le pasa los dos.
Lo que sea que venga primero. Feo que es hornear 10 guajolotes, nana vida.
Nomás para que se les quite, muy que sí me lo tenté para cocinarlos.
Pero ya te voy contar que mira
que ese diputado paisano del que te hablé mero me dijo que quería cena de acá la
tierra para su Navidad y muy que me llevó allá ciudad de México que quería
garnacha, minilla, pollo garnachero y camarón con chipotle. Y ahí me ves con mi
vitrolero de col con vinagre yendo ese ADO. Ya llegué y ya le hice su cena y
contento es que está diputado, panzón quedó que le brillaba su panza como los
cuches. Par de días que me quedé en DF aproveché y muy que fui Coyoacán a tomar
café de ese que traen de Veracruz. Ya iba de regreso a casa y pasé mero por ese
teatro La Capilla y muy que me metí a ver qué había y justo obra es que
encontré y
Apocalipsis antinavideño es que
se llama.
Ora este obra mero es presentada
por el Teatro La Capilla y Compañía Los Endebles AC y es un proyecto que tiene
cola que le pisen. Como el diablo, pues. Que te voy contar de qué es que se
trata. Pues vieras que un canadiense de esos meros de Canadá hizo un proyecto
con cuentos negros de Navidad allá mero en su tierra, pues, así como para ofrecer
mero otro cosa que no fuera sólo historias de amor, paz y felicidad en la
Navidad. Y luego ese director que Boris Schoemann su nombre es que es, trajo
esos cuentos negros y los presentó en México, que tres monólogos es que fueron
y Ángeles exterminadores es que llamó. A luego convocó a escritores mexicanos
para que se hiciera el primer concurso de cuentos negros de Navidad y fueron
como 5 ó 6 los que se representaron ese primer año, no recuerda mucho mi
cabeza, pero coso se llamó Antinavideños Anónimos. Y desde entonces hasta ahora
es que año con año se convoca a dramaturgos o quien quiera a que escriba
cuentos negros de Navidad de los cuales se suelen elegir tres. Ora me enteré
que hasta ganador ya es que se elige. Y este año cosa es que hicieron así: seleccionaron
cuatro, los dirigió una misma directora y el público elige quién será el
ganador. Ora, vamos por partes como en la Doctores, mero.
La directora este año fue una
sola persona, los años anteriores luego eran de a dos. Este año nomás fue
Angélica Rogel. Este muchacha mero es de las directoras jóvenes en México con
más posibilidades; yo le conozco su montaje de “Riñón de cerdo para el
desconsuelo” y no más, pero la forma en que resuelve estos monólogos deja ver
que es una mujer con herramientas y que sabe lo que hace. Ora bien, que en un
par de los monólogos hay cosas que son predecibles en la resolución y sobre
todo en el primer y segundo monólogos por momentos es extraña la relación entre
el texto y la resolución escénica. Sin embargo, a pesar del poco trabajo que le
conozco, creo que es una chica con muchas posibilidades y que vale la pena
seguirla. En su trabajo, nana vida. Ora todo hay que aclararlo porque ya el
mundo no es como antes. Mira que la Zoraida andaba muy rara el otro día, se
bañó jabón de olor y se puso torsal y enagua nueva, hasta limpió su sandalia.
Yo como rara es que la vi me dije que algo se tenía ese muxhe así que le dije
al Juancho que la siguiera. ¿Tiene tuiter? Me dijo el Juancho. ¡Qué no bajó el
coraje mi cara! Dos nomás le di su boca para que dejara de decir tontería y yo
misma me fui tras la Zoraida. Ora se fue al ojo de agua y ya sabrás, nana vida,
ya sabrás.
Pero ya, vamos hablar sobre los
textos. Antes de hablar de cada uno voy hablar parejo de todos. Porque ya sabes
que soy jodida y tengo la lengua suelta, como la lengua es de carne... largo es
que la tengo, cuando me muera me van a enrollar en ella. Pero ya, vamos. Si no
mal recuerdo, ya en otro momento te había yo hablado un poco de esto pero entre
la vejez y las drogas mi memoria está ya muy mala, así que si ya lo dije, digo
de nuevo para que lo recuerdes. Hablemos un poco al respecto de los monólogos
en general. Yo, la verdad, manita chula, mero es que roncha sale mi cuero
cuando veo monólogos por una mera y simple razón: odio que la gente en un
escenario me hable así nomás porque sí. Porque es monólogo. Porque lo tengo
enfrente y ya, nomás por eso. Sin habilitar alguna convención. ¿Quién soy yo
para ellos para que sin más se pongan a hablarme directamente y la única razón
es que es un monólogo? Porque yo entiendo que el actor me hable, él sabe que yo
estoy ahí, pero el personaje no sabe que yo estoy, quiero pensar. El personaje
está viviendo su drama, no está pendiente de si hay gente que le oye. Tons…
¿por qué carajo los escritores y los directores creen que el hecho de ser
monólogo habilita que alguien se ponga a hablarle al público así sin más?
¿Nomás porque es monólogo y ya? Hasta los merolicos tienen más justificación
para hablarte, ¿pero los personajes? ¿Qué les hace abrir la boca? ¿De dónde
viene que sin más alguien se ponga a contarte su historia? ¿Qué le justifica?
Porque si no hay razón alguna, pues nomás estamos compareciendo ante un acto de
locura. Y ya sabemos que mucha de la gente de teatro está loca pero… ¿y las
criaturas? Tons… a lo que voy es a que pensaran un poco más en las razones de
sus textos, se preocuparan por crear mundos representables con reglas y razones
que los sustenten en lugar de pensar que nomás por ser monólogos pueden
escribir y el personaje decir lo que se le hincha su huevo. Lépera que soy.
Estos actos de leperez, liberan, nana vida, la gente debiera tenerlos más
seguido. Pero bueno, el punto es que así nomás como están, no hay diferencia
entre lo que hay y Adal Ramones. Lépera que soy.
Ora sí, vamos con cada uno de los
monólogos. ¡¿Quieren monólogo?¡
El primero se llama Vato Santa
Claus PRESENTE. Autoría de Nora Cross y representado por Olivia Lagunas. De
Nora Cross no sé nada, nana vida, perdonaras que no pueda decir nada de ella
pero no hemos tenido el gusto de que me invite cenar y entonces su cuero no lo
conozco. Pero Olivia Lagunas es este chaparrita que mero vi en La chica
conejita y que me gustó su trabajo, a parte de que es una actriz conocida y
reconocida, principalmente en Ciudad de México. Vamos a ver. Pasa que trata de
una mujer que vive inmersa en un mundo de lesbianas y lo único que quiere es un
hombre, así que se lo ha pedido a Santa. La mujer es bastante ñera pero… yo la
verdad es que a de pronto no entendía la relación entre lo que decía el texto y
la representación en general. Hubo resoluciones muy buenas pero a luego era
extraño lo que pasaba. Más cuando el texto no era una historia continua de
nomás decirte la historia sino que se mezclaba con momentos en que a la señora
personaje le estaba pasando la acción en lugar de contarnos de ella. Divertido
por momentos pero que me perdone este mujer, creo que Olivia no pudo terminar
de levantar el texto, aparte que para mí el personaje era mucho más grande de
edad, y no por eso me refiero a que se necesitara una actriz más vieja. Piensa
mi cabeza haciendo sinapsis que este monólogo fue el más cojo de los cuatro.
Tanto por el texto, como por algunas resoluciones de dirección y por la
actuación.
El segundo fue Slasher Santa,
escrito por Luis Guerrero y representado por Miguel Conde. De Luis Guerrero no
sé nada porque tampoco me ha invitado a cenar, pero Miguel Conde muchas veces
que lo ha visto mi ojo. Yo apenas lo vi en escena y me emocioné que dije que
ora me iba a llevar por la ruta del sabor o decirme el topten de la Navidad. Ya
he visto varios trabajos de Miguel Conde y es muy buen actor, sin embargo,
entre el texto que tiene pretención de crear suspenso sin lograrlo, la
resolución que es extraña y que no es el mejor trabajo que he visto de Miguel,
también este monólogo estuvo bastante rengo. Ora verás que trata sobre un
hombre que mata montón de gente pensando que está salvando al mundo de los
zombies cuando nomás era una marcha de esas que hacen esos ridículos que se
creen zombies. Mero como este jodido del Juancho que me vino todo vestido de
negro con su playera de la santa muerte, los ojos pintados de negro y un arete
en la oreja. Para su suerte me agarró haciendo salsa en el molcajete y muy que
salió corriendo de casa con un tomate incrustado en el ojo que parecía zombie
corriendo hacia la plaza. ¿Cosa tendrá el mundo, comadre, que la gente está
cada vez más rara y engañados por la palabra tolerancia el mundo está
permitiendo tanta tontera? Dijera Tata Chon: “a esa gente que le den un pico y
una pala y que los pongan a trabajar”. O como dijera el Palemón ora que es muxhe: “este mundo se está afeminando”. Pero bueno, sigamos con lo que
estábamos, el monólogo pretende crear suspenso pero es demasiado obvio y creo
que tanto la resolución como la actuación tampoco son las mejores. Ora bien, al
menos es el único que justifica más su razón de ser, del porqué este hombre
está hablando y contando lo que está diciendo.
El tercero fue Dios de porcelana
fría. Escrito por Mario Alberto Monroy y representado por Ginés Cruz. Mario
Alberto Monroy tampoco me ha invitado cenar y no conozco, pero Ginés Cruz sí
conozco. Es actor, director y dramaturgo. De las personas más presentes en la
escena nacional y joven es que está. El monólogo trata de un hombre que es
acechado por el niño dios y por pitufo bromista. Risa sacó este monólogo de mi
boca, sonrisa constante pintó mi labio, más que tiene muchos referentes a
cierta época que algunos vivimos. ¿Cómo no recordar disco con villancicos
cantados por Yuri, Pandora y tanto artista de esos que sí eran artistas? Negra
que soy. Ahora bien, el texto es algo inconstante pero Ginés lo levanta
maravillosamente. Buen actor que es Ginés y el trabajo de Angélica es también
muy sólido en este texto y en el siguiente que el último es que es.
Y último monólogo fue Yo no sueño
con patinar en el Rockefeller Center. Escrito por Gabriela Guraieb y
representado por Montserrat Marañón. De Gabriela tampoco conozco nada, sólo que
no me ha invitado cenar, pero a Montserrat Marañón mira que gusto me vio verla
en escena porque yo nomás la conocía de María de todos los Ángeles donde hacía
a la Betzabé y mucho es que me gusta ese serie que risa saca mi boca, más yo
que entiendo mucho de lo que pasa porque ya salí del pueblo y viví en Ciudad Neza
un tiempo. Hay que superarse, manita, aunque sea un poco pues. Pues este
monólogo debo confesar que fue mi favorito. El texto es el más constante, más
bordado y más conectado aparte que no sólo cuenta una historia sino que hay un
tránsito en el personaje. Y Montserrat es muy buena actriz. Risa tuvo mi boca y
sonrisa mi labio. Hasta aplaudí clap clap cuando me reía, mero como hacemos
allá las paisanas cuando risa sacan de nuestra boca. Chulo que es ver paisanas,
todas gordas sentadas unas junto a otras como los zanates en el cable de la luz
y aplaudir cuando se ríen. Bueno pues para mí éste fue el mejor monólogo. Trata
de una mujer que dedica a un pollo todo lo que nos cuenta. Es la primera vez
que veo a Montserrat Marañón en un obra de teatro pero ya quiero verla de
nuevo, nana vida, nomás para comprobar si sí es tan buena como me parece que
es, que espero que sí.
Ora bien… retomando glu glu. Yo
la verdad no acabo de entender por qué el título de Apocalipsis Navideño.
Entiendo por lo que se vivió en el año de eso que dicen que dijeron los mayas
de que el mundo se acababa (chismosos los mayas), pero en realidad en los
textos no veo algo que lleve a pensar en eso del Apocalipsis. Salvo el de los
zombies pero…
Los textos tuvieron un elenco de
lujo, la verdad, pero dos no lograron levantar. La dirección fue muy acertada
salvo por algunos momentos, principalmente en los dos primeros monólogos. A los
autores les falta reflexionar un poco más sobre qué es escribir un monólogo y
extrañé el humor negro en lugar de sólo decir cosas graciosas. El más negro
pienso que fue el de los zombies pero con esta intención de crear suspenso que
no se logra, el autor terminó jugando contra sí mismo. Y sobre esto pienso… ya
van varios años que este proyecto se hace y ojalá se siga haciendo muchos años
más ya que presenta una posibilidad teatral diferente a tanta pastorela que se
presenta una y otra y otra y otra vez. Yo, la verdad, es que me vacuné contra
las pastorelas. Cómo me cae gordo ese género, por más bien montadas que estén,
por más graciosas que sean o por más históricas, roncha sacan mi cuero. Así que
espero que proyectos como éste sigan, más por el auténtico sabor mexicano que
también tienen, en muchos casos, los textos que se presentan. Sin embargo,
pienso también con mi cabeza que año tras año van diciéndose cosas graciosas
sobre la Navidad, en algunos casos, con humor negro o muy negro pero… ¿hacia
dónde va este proyecto en lugar de ser un cúmulo de historias divertidas y
negras? ¿Qué más retos puede presentar? ¿Tal vez poner reglas muy específicas
para el tipo de textos que lleven a los autores a retarse un poco más? No lo sé,
manita chula. Y tampoco sé si importe. Total, la fórmula funciona y se puede
mantener por mucho tiempo pero… llegará el momento, pienso yo con mi cabeza
coronada por trenza, en que quien asista año con año pueda decir: ese chiste
ya lo dijeron en otro monólogo, esa historia ya la contaron similar, estamos
diciendo lo mismo una y otra vez… ¿tons?
Yo creo que las televisoras se
inspiraron en este proyecto de humor negro para transmitirnos la de Titanic año con año en
diciembre, nana vida. Hay complot. Bien lo dijo el Peje. Si yo te dije, el Peje
es un profeta.
Pero ya, hablemos cosas serias. Lo
que sí es que salí contenta de ver este obra, de ver que el proyecto sigue y
que hay gente apoyándolo y participando. Que tiene público y está saludable.
Ora lo que sí ya no sé es quién fue el que ganó. Si morbo tiene tu cabeza,
investigaras. Hicieras algo con el internet, mujer, no nomás checar tu
facebook.
Y pues así fue, nana vida, xha
mamá. Salí contenta de la obra y fui para mi casa que frío es que estuvo
haciendo ese DF. Cómo me gusta el frío, nana vida. Acá en Juchitán está fuerte la calor, todo te suda. Por más que te arremangues la enagua y te abaniques, no
se calma la calor. Ora inventé sistema que te desnudas y te meces fuerte en la
hamaca. Pero ya que te cansas, calor de nuevo. Y con diez pavos en el horno…
Jesús, mujer, yo el próximo año voy rechazar encargos. Si no quieren cocinar,
que abran lata de atún.
Así mero mi historia, comadre. No
descanses tanto que mero pronto te voy mandar otra carta que ora que ya dejé
encargos ando libre y ya volví a las andadas. Otras tres obras ya vi y a luego
te voy mandar carta para que conozcas, pues, para que aprendas y te cultives
como las lechugas.
Voy mandarte beso tronado a tu
cachete y me voy que encargué tamales de iguana.
Atentamente:
Tu comadre La Teca.
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