De: Lope de Vega
Dir: Fernando Memije, Fernando Villa y Allan Flores
Ay, comadre de mi vida y de mi alma...
Ya sé que te he tenido muy abandonada. Soy peor que llamarada
de petate. Pero me vieras de perdonar. Si no es una cosa, es otra, o las dos
juntas. Ora mero que nos pusimos mundialistas, nomás no dejaba de destapar la
cartona. Una tras otra, una tras otra. Ora el piso de mi casa parece que le
puse azulejo de tanta corcholata. Angustia tenía mi pecho que salía en libertad
al grito de ¡gooooooool! Pero ya nos eliminaron y ni pedo, la vida sigue. Ora
de pura depresión me senté a escribirte sobre teatro mexicano. Así que agárrate
que vengo como pesero sobre Tlalpan.
Te voy a contar de un obra que fui a ver y que su nombre es
que es El príncipe Ynocente. Así es, no es falta de ortografía. Pero tú qué vas
a saber de ortografía si escribes hacer sin h y con s. Bueno, te voy contar
entonces sobre la obra El Príncipe Ynocente. Que en realidad yo le pongo mis
peros a esto y te voy a contar parte por parte como luego me da por hacer.
Espera. Tei ki disi.
La obra, como seguro sabes, es del dramaturgo español Lope de
Vega que la escribió allá en esos ayeres del siglo XVI, de eso que le llaman
del siglo de oro español, mero como los ahogadores de la istmo que chulos se
ven en la vela. Puro centenario, mero. Pues desde el siglo XVI nos traen este
obra hasta nuestros ahoras de la actualidad. No te voy a contar de qué se trata
porque esto lo deberías saber, y si no, investiga que seguro mucho has de
encontrar en la red. El internet, pues, no vayas a pensar que en la marisquería
“La red” o en la media de la Felipa. Ora bien, no a medias que Dios se enoja,
la obra en sí es el Príncipe Ynocente de Lope pero no es. Voy explicar esto. En
realidad, la obra que presentan es sobre dos presos que durante su encierro se
distraen haciendo una representación de El Príncipe Ynocente de Lope. Sí,
representan sólo entre dos toda la obra, cansancio baja mi cuero nomás de
pensarlo, y aunque lo que representan es la obra de Lope, la obra que ves en sí
es sobre los dos presos representando. O sea, que podían representar la de Lope
o la cualquier otro, por lo que la obra en sí no es El Príncipe Ynocente. Pero
muchos dirán: ¿y eso qué? Pues nada, que soy jodida y reflexiva. Mero como
están todos ora que ya perdió México. La verdad me gustaba más ese espíritu de
pasión futbolero que había antes y no éste de ahora donde todos andan
reflexivos y diciendo puras cosas bien profundas y sarcásticas.
Entonces, ya quedamos que aunque representan El Príncipe
Ynocente de Lope, la obra no es en sí El Príncipe Ynocente de Lope. Y quise
empezar con mi jodidez porque así soy yo y es como me siento plena. Vamos a lo
demás.
La obra es presentada por El CONACULTA, el INBA la ENAT y EFE
TRES. EFE TRES es una nueva compañía fundada por Fernando Memije, Fernando
Villa y Allan Flores. Con este proyecto inician y es su carta de presentación,
y digamos que como carta de presentación, salen airosos y no por echarse un
aire. El proyecto es un esfuerzo por acercar al público actual de ahora, de una
forma lúdica y vigente, al teatro del siglo de oro español. Hicieron adaptación
de la obra para dos actores, se aventaron al Ñaque, metieron la obra de Lope
dentro de otra obra (¿será de eso con que tienen trauma los teatreros jóvenes
de hacer teatro dentro del teatro?) y muy con su desmadre personal, presentan
este trabajo.
Yo lo vi en Carretera 45, es un foro alternativo ubicado mero
en la colonia Obrera. Lo dirige el dramaturgo-director-actor Antonio Zúñiga y
es un esfuerzo que vale la pena seguir. Ora bien, yo fui con dos comadres que
no querían ir porque es “la Obrera”. Creo que el gran mérito de este espacio es
precisamente ése, que es en la Obrera. Pareciera que a los teatreros del DF
sólo se les ocurre abrir espacios alternativos de teatro en La Condesa y en la
Roma. Pues mira…
La dirección de la obra corre a cargo de Fernando Villa,
Fernando Memije y Allan Flores, igual que la actuación, la producción, la
adaptación de la obra y las chapatas que vendían afuera. En el intento por
presentar el teatro del siglo de oro de una forma lúdica y vigente, tienen
éxito absoluto. La obra es ágil, fresca, divertida, y muy curiosamente, tiene
todos los elementos que he visto en muchas de las obras actuales y que tanto se
critican. Voy a eso. Sígueme. Folo mi.
Algo que se le critica mucho al teatro es que los teatristas
hacen las obras para teatristas y dejan el público fuera. Pues… desde mi percepción
muy personal de mí, ésta es una obra de teatristas para teatristas. Está
plagada de chistes de gente de teatro con los que uno podría pensar que sólo se
reirá la gente de teatro, pero no es así. El público disfruta enormemente toda
la obra, es parte del hecho teatral y se vuelve un público totalmente activo.
Puedes identificar también quién del público es gente de teatro por los chistes
con que se ríen, pero la gente que no es gente de teatro también se ríe del
mismo chiste aunque su lectura es otra. Y entonces una dice con su lengua (y
que la mía es larga si lo sabrás bien): ¿ven cómo sí se puede?
Ora también, tiene esto que dicen que luego la obra “es muy
personal” del creador, osea que mero sólo la entienden él y su analista. Pues
ésta evidentemente es muy personal de los creadores. De entrada, parte de su
gusto personal por el teatro del siglo de oro, se nota todo el tiempo que los
chistes, la dinámica entre los presos, el uso de los elementos, gags y demás
parten completamente de los actores, pueden considerarse muy personales. Pero
hacia afuera, funcionan completamente. Si los conoces, puedes decir: eso es de
Fer Villa, eso es de Memije, etc. Ora sí que tal cual, son los EFE TRES
compartiéndonos su desmadre muy personal. Pero además, no se pierden en la
forma, todo está en función del contenido y crean personajes entrañables: los
presos.
Además, esto que tienen las obras contemporáneas donde los
personajes hablar y hablan y hablan y hablan y hablan… que larga su lengua y
mucha su vida para contar, pues acá hay dos actores que hablan y hablan y
hablan todo el tiempo: por la cantidad de personajes que representan. Todo está
en acción, no sólo hay gente contándonos lo que les pasa. O con pretensiones
intelectuales donde nomás hay que ir a ver lo culto e inteligente que es el
autor o el director o sabrá la virgen quién. En este caso, ya sea por Lope o
por los locos de EFE TRES, sales con la cabeza revolucionando y vas al tianguis
a pensar cosas.
En cuanto a la actuación, Fernando Villa y Fernando Memije
muestran su buen uso de herramientas para presentar teatro del siglo de oro. ¿Ves
que en esa época hablaban en verso mero como reguetonero? Al alternar
personajes, tienen que hacerlos muy delineados para no crear confusión y sólo
en esto cojean un par de veces, pero en general, llegan a muy buen puerto, mero
como el puerto de Salina Cruz, donde estuvo el mismísimo Porfirio Díaz. En todo
caso, el pero que les pongo es que la forma en que mezclan la historia de los
presos con la obra de Lope está con calzador, no hay una justificación completa.
Dos presos que se cuentan historias y deciden representar la obra de Lope… ¿Como
por? ¿Eran actores antes de ser presos? ¿Cómo es de ser que ambos conocen la obra?
¿Cómo es que dos presos saben actuar? Salvo eso, no encuentro mayor pero que
poner. Aparte Fernando Villa solicitó tener un asterisco en el programa de mano nomás porque sí. Para qué, digo yo, si ya tiene uno y seguro grandote porque mira que tiene bien con qué sentarse.
La escenografía es de Tenzin Ortega y consiste en un
dispositivo que se va transformando a lo largo de la obra. Funciona bien y deja
ver que no necesitas armatostes enormes que quitan foco a la obra para poder
representar algo, como tampoco miles de chacharitas para rellenar el escenario.
La realización escenográfica fue de Antonio Pérez. La iluminación, de Víctor
Manuel Colunga: por momentos muy oscura, debo decir con mi dedo que pica la
tecla. El vestuario de Pedro Pazarán con realización de Liliana Carolina y
López Tamez. Las relaciones públicas son de Alexandra Martínez y Daniela
Marcos. El diseño gráfico es de Jonathan Persan, en este caso creo que queda
corto, sólo como programa de mano y no como algo más generador de sentido. Y la
producción es de Ana Lilia Herrera y EFE TRES.
Yo, lo que puedo decir es esto: Fernando Villa, hazme un
hijo. No, digo, que si todo lo que hace, lo hace así, lo ha de hacer muy bien.
Es de esas obras de donde una sale agradecida porque el teatro ocurre. Donde te
dedicas a ver la obra y disfrutar y no te dejan tiempo para estar viendo si la escenografía
funciona o no, si el vestuario propone o sólo es ropita de los actores, si al
actor le falta esto o lo otro, si el texto acá o allá, si la historia, etc… Acá
te sientas, disfrutas y das paso a que el teatro suceda. Y ya. Mero como cuando
comes una garnacha bien hecha y no andas de criticona que si la col tiene mucho
vinagre o no escurrieron bien la garnacha o su tomate está agrio o qué sé yo.
Nomás la pones en la boca y la disfrutas. Una obra sin grandes pretensiones,
que da completamente en el blanco. ¿Soy yo o me sentí muy puerca?
Lo que me queda son ganas de ver el siguiente proyecto, para
ver si mantienen el nivel o de plano le apostaron todo a este primero y el
siguiente ya va a ser repeticiones de lo que presentaron ahora. No lo sé. Yo no
soy Moni Vidente. Vieras que estoy pensando en que me voy a poner paliacate en
la cabeza y voy Coyoacán a leer el futuro. Chance me ven en Televisa y hasta mi
propio programa de TV me dan. Predicciones con La Teca. Te leo el fondo de la
caguama.
Bueno, ya me perdí. Por lo pronto, la que se perdió la obra
fuiste tú porque ya terminó temporada pero prometieron volver y ojalá lo hagan.
Es un trabajo limpio, entrañable, divertido, accesible, con contenido y forma,
personal, propositivo, sin ambiciones y que me da mucho gusto recomendar. Así
que estuvieras pendiente de si regresan. ¿Ves que no siempre soy jodida y nada
me gusta? Pues me gusta lo que está bien hecho, pues. Perdón si ofende. ¡JUAR!
Ya me voy, comadre, que mira que ayer fue la marcha del
orgullo LGBTTTTEMOWXYZ. Pues sí, hasta los Z marcharon que también tienen
orgullo. Bueno, el caso es que ya me voy que vinieron de allá del istmo unos
muxhes comadres que son muy divertidos y muy que me voy ir chismear con ellos.
Ya ves que su lengua parece periódico, pero el Deforma, mero.
Te dejo besos tronados en tu cachetote y prometo volver
pronto, justo como la selección mexicana que ya va de vuelta. Como mi coraje,
que ya me volvió a dar.
Siempre tuya:
Tu comadre La Teca.
Estimada Teca, te agradezco por la crítica. Espero hagas muchas más. Te seguiré leyendo.
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